Purmamarca

Las Salinas Grandes son consideradas como el paseo más increíble que puede realizarse en el norte argentino. Un paisaje irreal de una extensión infinita blanca con pozones de agua turquesa. ¡Un lugar único en el mundo! Localizadas a 66 kilómetros de Purmamarca, las salinas son un destino obligatorio al que se llega luego de pasar por lugares especiales, como la Cuesta de Lipán, a 3850 metros sobre el nivel del mar, y el Monolito, a 4170 sobre el nivel del mar, punto más alto e ideal para tomar las mejores fotografías.

Localizado en las afueras de Purmamarca, el Cerro de los Siete Colores es un paseo obligatorio. Lleva ese nombre debido a las diversas pigmentaciones de sus paredes por una lenta formación geológica durante millones de años. Es posible llegar en un coche, en una excursión o aún a pie, siendo un recorrido de aproximadamente una hora. Desde los miradores que rodean al pueblo es posible apreciar el Cerro de frente. Desde el amanecer hasta el mediodía, es el mejor momento para poder disfrutar de ese maravilloso paisaje natural.

La plaza 9 de Julio es el corazón de Purmamarca. Allí se concentran las actividades del pueblo. Los edificios a su alrededor corresponden a los servicios públicos y, de ese modo, el turismo se concentra en esa zona. El comercio de artesanías rodea la plaza en puestos ambulantes. También hay locales comerciales en casas que pertenecen a familias tradicionales.

Esta iglesia es el edificio monumental más importante de Purmamarca. Fue construida durante el siglo XVII con materiales autóctonos, como el adobe. madera de cardón y torta de barro. En el altar surge la imagen de Santa Rosa, rodeada de pinturas cuzqueñas. La capilla de la iglesia ha sido declarada Monumento Histórico Nacional en julio del año 1941. El 30 de agosto es el día que se homenajea a la santa.