Nueva York

Nueva York es un núcleo de expresiones artísticas: museos con colecciones de todo el mundo, cuna de importantes escritores y calles que resuenan de música. La ciudad que nunca duerme también es dueña de un distrito teatral mítico: Broadway, la avenida más larga de Manhattan. Vas a caminar entre iluminadas carteleras que anuncian la representación de obras clásicas de la literatura, musicales con percusión y espectáculos para toda la familia.¡Elegí la entrada a tu show favorito! Sea antes o después del evento, reserva una mesa en Le Bernardin, un restaurante con reconocimiento internacional. Aunque quizás el precio sea un poco elevado, vas a encontrar los mejores platos y mariscos de Estados Unidos.

Si es tu primera vez en la ciudad, agregá a tu itinerario un paseo a la Estatua de la Libertad . Su historia data del año 1886, cuando el gobierno francés regala al gobierno de Estados Unidos este monumento por la celebración del centenario de su Declaración de la Independencia. Para saber más, se puede recorrer el monumento por dentro. El viaje en un ferry sale desde Manhattan y te transporta hasta la estatua, ubicada al sur de la isla. Por estar muy cercana a isla Ellis, también existe una opción de paseo que te lleva a conocerla. La recomendación para todo turista es realizar el paseo en esta atracción durante la mañana para luego disponer la tarde a recorrer alrededores. Para el almuerzo, el Crown Café ofrece un menú de comida rápida que cuenta con buenas hamburguesas y papas fritas a un precio aproximado de US$ 14.

Una de las grandes atracciones gratuitas de Nueva York es su Biblioteca Pública, en el Edificio Stephen A. Schwarzman. Mientras que su fachada de mármol llama la atención por las esculturas en forma de león, el interior tiene todo para sorprenderte. Vas a poder hacer un recorrido guiado por sus más de 56 millones de artículos entre libros, e-books y colecciones de investigación de renombre. Para completar el día, justo detrás de la biblioteca en pleno Midtown, está Bryant Park para que te relajes o puedas hacer un picnic en este paraíso urbano.

Una segunda visita a Nueva York te permite pasar mucho más tiempo en Central Park, un respiro en medio de sus edificios y rascacielos. Son casi 4 km rodeados de lagos e impecables jardines, con una serie de atractivos que vale la pena visitar. En el zoológico, que lleva el mismo nombre que el parque, encontrarás las más variadas especies de animales y un área especialmente diseñada para los niños. Ahí también es imposible no notar el Castillo Belvedere de estilo gótico, o el monumento en honor al ex-Beatle, John Lennon. En los alrededores del parque, aprovechá para comer en el Tavern on the Green, restaurante que ofrece una opción para cada paladar.